En mayo de 2019 tuve la suerte de presentar la traducción al español de la novela Muchachas de uniforme (Mädchen in Uniform o Das Mädchen Manuela) de Christa Winsloe, publicada por Xordica, en La Pantera Rossa de Zaragoza.

En la presentación participaron María Añover, doctora en relaciones de género, activista transfeminista y coordinadora del grupo de participación ciudadano abierto en Think Zac Las Armas del Ayuntamiento de Zaragoza, y Amanda Núñez, historiadora especializada en diversidad afectivo-sexual y de género y lesbianóloga.

La novela se publicó en 1933, tras el éxito mundial de la película de 1931 que fue dirigida por Leontine Sagan y que llevó al cine una obra de teatro estrenada por Christa Winsloe en 1930 en Leipzig con el título de Ritter Nérestan (y que luego pasó al Berlín de Weimar con el título Gestern und Heute). Si en la primera versión de la obra, la crítica se centraba en el estilo de educación prusiano que Christa padeció en carne propia en su propia infancia, con el traslado a Berlín y, sobre todo, con la adaptación al cine, lo que pasa a primer plano es la autoridad frente a una historia de amor (que también se transforma de lo materno-filial).

La película se convirtió en un enorme éxito a nivel internacional, especialmente en Japón y Estados Unidos, pero también en Francia, Gran Bretaña y México. Hasta comienzo de 1934, había recaudado seis millones de marcos (cuando los costes de producción ascendieron a 55 000 marcos). En 1958, Géza von Radványi estrenaría un remake protagonizado por Romy Schneider, Lilli Palmer y Therese Giehse. También hubo una versión mexicana en 1951 (Muchachas de uniforme de Alfredo B. Crevenna) y otra japonesa (Onna no sono, Keisuke Ikoshita, 1954).

Es este éxito el que lleva a Christa a publicar esta novela, en la que desarrolla figuras y temas de la película y que también gozó de una extraordinaria difusión con traducciones tempranas al inglés (1934), portugués (1934), español (1934), checo (1935), catalán (1935) y holandés (1935).

La novela está recorrida por la tensión entre autoritarismo y libertad, lo que podría denominarse tensión entre el interior y el exterior, una tensión que se resuelve a través del deseo que es el que llena el hueco y permite la comunicación entre
ambas esferas, como los demonios griegos. Por un lado está la conformación de lo individual en un descubrimiento de la vida y de su «emocionario»; que se hace sin guía, a través de una exploración puramente intuitiva por parte de Manuela y cuyos límites externos están marcados por la autoridad, el control, que siempre es un elemento arbitrario y extraño. El control lo impone lo ajeno, lo que no pertenece a una y tiene mucho de hostil y de agresivo hacia lo propio, porque le impide construirse. Es una tensión entre una construcción del yo y de sus formas de expansión a través de la libertad, y la norma venida e impuesta desde el exterior.

En cada una de nuestras intervenciones, analizamos la obra desde diferentes perspectivas. Yo me ocupo de los aspectos más internos, del contenido estricto, de las labores de traducción y de la autora. María Añover (00:25:00) la contextualiza en el marco de la teoría transfeminista con reflexión y análisis de la literatura feminista y transfeminista en los siglos XX y XXI. Y Amanda Núñez (01:01:00), en la historia del lesbianismo y de la experiencia de la diversidad afectivo-sexual.