¿Recuerdas cuando, más tarde luego, desaparecimos a base de chorrearme tú por la espalda? Te ahogabas sobre mi cuello, al principio (solo la respiración oscura) hasta que te fuiste derritiendo, fundido, gota a gota. Yo desaparecí
resbalando en denso.
Y en espeso.
Y en verde. Como un pajarito verde.
Hubo un tiempo, un tiempo previo de nada, tiempo de nada previo de todo, en el que éramos todavía tú. Tú. Y yo. Yo. Hasta que luego, en el más tarde luego, nos vimos y nos reconocimos. Tú a mí. Yo a ti. Yo a mí en ti. Tú a ti en mí. Tú a mí en ti. Yo a ti en mí. Tú me mi con nosotros(?). Reflejados y desdibujados, chorreantes. Mi tú. Ahí está. Míralo que por fin me veo. Que al tener un tú me veo. Y que al tener un tú me pierdo. Adieu, ma très chère soeur. Bonjour, mon très cher frère. Que decía aquel. Y nos hicimos absurdos, chorras chorreantes, pajaritos verdes, vestiditos cortos plisados para manos ásperas, pelos amarillos y alientos clavados, como siempre y hasta el nunca
en la nuca.
Hasta el derretir fundido. Tú mi tú. Yo tu tú. Y mi yo y el ti de ti. Mi yo en ti de ti es tu tú para tu yo. Tú, de ti, a ti te, yo te, tú me.
El otro, tantas veces necesario para definirse a uno mismo. Por amor o por diferencia. (Dame la mano, que no quiero estar solo.) ¿Eres una nación? Ay no, que eres un hombre.
(… Por cierto, ¿recuerdas cómo se bebían los fremen? Pues así, a grandes sorbos. Glup. Con la boca y la garganta bien abiertas. Ahí estás, disuelto adentro. ¿Hola?)
* * *
A Ana Flor
Oh, tú, la amada de mis 27 sentidos, ¡amo a ti!
Tú, de ti, a ti te, yo te, tú me… ¿nosotros?
¡Esto (de paso) no viene al caso!
¿Quién eres tú mujerzuela a miles?, ¿eres tú eres?
La gente dice que seas.
Que digan lo que quieran, no saben ni por dónde les sopla el viento.
Vas con el sombrero puesto en los pies y te paseas sobre las manos,
sobre las manos te paseas tú.
Hola, vestiditos rojos tuyos aserrados en pliegues blancos,
En rojo amo yo a Ana Flor, en rojo amo a ti.
Tú, de ti, a ti te, yo te, tú me… ¿nosotros?
¡Esto se va (de paso) al frío ardor!
Ana Flor, roja Ana Flor, ¿qué es lo que dice la gente?
ATENCIÓN, PREGUNTA:
1. Ana Flor tiene un pájaro,
2. Ana Flor es roja.
3. ¿De qué color es el pájaro?
Azul es el color de tu pelo amarillo,
Rojo es el color de tu pájaro verde.
Tú, sencilla muchacha vestida de diario,
Tú, amado animalillo verde, ¡amo a ti!
Tú, de ti, a ti te, yo te, tú me… ¿nosotros?
Esto se va (de paso) al… brasero ardiente.
Ana Flor, Ana, ¡A-N-A!
Chorreo tu nombre, go-ta-a-go-ta.
Tu nombre gotea como un sebo chorreante.
¿Sabes Ana? Sí lo sabes,
Se te puede leer también del revés,
Y tú, tú la más magnífica de todas,
Eres por detrás lo mismo que por delante:
A——N——A.
El sebo chorreante gotea entre CARICIAS sobre mi espalda.
Ana Flor,
Tú, animalillo chorras,
¡Yo— amo— a— ti!
* * *
El poema, dadá, “An Anna Blume”, es de Kurt Schwitters y de 1919. La traducción (muy buena) mía. Por supuesto.