Historia y política

Escritos de Braulio Foz

 Edición de Carlos Forcadell y Virginia Maza

Edición crítica de los principales escritos de historia de Braulio Foz (Fórnoles, 1791-Zaragoza, 1865), con el propósito de establecer sus textos de divulgación del pasado aragonés y de interpretar un discurso claramente unitario a partir de la dispersión de géneros y formas que frecuenta su autor. Los textos van precedidos de un amplio estudio sobre la instrumentalización del pasado para la construcción de la nación liberal.

La nación liberal y el pasado de los reinos y territorios

 La historia es una de las principales fuentes de legitimación del liberalismo político y de las nuevas naciones de ciudadanos, y tanto más en el ámbito de la monarquía española, en el que para narrar y explicar la revolución liberal hubo que «inventar la tradición»35, y, para restaurar «la patria que en algún recodo habían perdido los españoles», desde comienzos del siglo XX «los escritores públicos descubren la clave de la historia»36. El escritor público que fue Braulio Foz lo descubrió en los intensos e inciertos días de la guerra civil y, desde entonces, dedicó su pública  escritura a encontrar en un idealizado y reinterpretado pasado medieval aragonés la clave de la nueva nación liberal que se estaba construyendo contra el proyecto absolutista de los contrarrevolucionarios carlistas, prosiguiendo la tradición de resistencia y de lucha contra el  absolutismo y el despotismo de los Austrias y de los Borbones que, simultáneamente, estaba elaborando la narrativa liberal.
Conviene, incluso antes de analizar en profundidad el pensamiento de Foz, partir de una evidencia, como es la de que los historiadores aragoneses del XIX —los liberales aragoneses del XIX—, conjugaron perfectamente el recuerdo y la construcción de la identidad territorial aragonesa con la fidelidad al nacionalismo español que estaban edificando junto con los antiguos súbditos, ahora ya ciudadanos, de todos los rincones de la monarquía, es decir, son, principalmente y por primera vez, nacionalistas españoles, y es al servicio de ese nuevo nacionalismo español adonde dirigen sus recreaciones históricas regionales, locales, «provincialistas», y sus competencias profesionales  como historiadores o como hombres públicos. También hay que advertir que aunque es a fin de  siglo, en el momento de la «rebelión de las regiones», cuando es más amplia e insistente una literatura histórica regional y regionalista, en parte también debido a la profesionalización de los historiadores y a su mayor número, hay que afirmar que es en el primer liberalismo, durante el primer tercio del siglo XIX, e incluso en precedentes ilustrados, donde surgen y se hacen visibles las  pautas principales de análisis de la historia aragonesa, por las que circularán más tarde, con una clara continuidad, los Jiménez de Embún, Sancho y Gil, Isábal, Cosme Blasco, Vicente de la Fuente,  barra, Jiménez Soler, etc. Los mitos y las mitografías, las invenciones y recreaciones históricas, nos dicen mucho más de los horizontes de experiencia y de expectativas de quienes los elaboran y  socializan, que de la concreta realidad histórica a la que pretendidamente se remiten. Los mitos fundacionales del nacionalismo español, elaborados y codificados por los historiadores, fueron construidos, como en todos los casos, a base de imaginación, fantasía y desmemoria, para socializar y afirmar la nueva nación y el nuevo estado liberal. La primera historiografía nacional, o general, de  España fue construida, al igual que la nueva nación alumbrada por el primer liberalismo y el nuevo estado liberal, conjuntamente y al unísono por elites procedentes de todos los rincones de la monarquía, antes súbditos y ahora ciudadanos, desde los constituyentes días gaditanos y durante el  XIX, obviamente desde distintas perspectivas, intereses y concepciones, tanto del nuevo liberalismo como de la nueva nación, pero también desde las mismas categorías mentales y conceptuales. Por lo cual los historiadores aragoneses no resultan sustancialmente diferentes, en el siglo XIX, de los historiadores catalanes, castellanos, valencianos o andaluces.