Portada Entre el amor y el odio

Constant Nieuwenhuys

Nueva Babilonia

Traducción del alemán – Edición y estudio de Juan Pro

En New-Babylon, Constant esbozaba el sueño de un hábitat artificial para una humanidad nómada, completamente libre para vivir donde quisiera y como quisiera. Este manuscrito había permanecido inédito hasta ahora y se publica por primera vez en español.

Sinopsis

El artista holandés Constant Nieuwenhuys (1920-2005), conocido simplemente como Constant, concibió entre 1956 y 1974 una de las utopías más audaces del siglo XX. Su proyecto «New-Babylon» esbozaba el sueño de un hábitat artificial para una humanidad nómada, completamente libre para vivir donde quisiera y como quisiera. En esa sociedad liberada de la necesidad de trabajar gracias a las máquinas, los neobabilonios podrían dedicar todo su tiempo al juego y al desarrollo pleno de su creatividad. Con este nuevo diseño se superarían los problemas derivados de la concepción de las ciudades y de los dos sistemas económicos enfrentados del capitalismo y el «socialismo real». Esta original utopía, que desafiaba todas las convenciones del urbanismo y de la arquitectura de su época, creció en el clima idealista de los años sesenta y tuvo mucho que ver con los intelectuales que inspiraron la revuelta estudiantil de Mayo del 68. Constant plasmó su idea en una extensa obra artística; pero también en un manuscrito que había permanecido inédito hasta ahora y que se publica por primera vez, en castellano, con un estudio introductorio que lo sitúa en las coordenadas de su tiempo. Sin duda, muchas de las ideas que plantea siguen siendo válidas en nuestros días.

fragmento

PRÓLOGO
«Somos el símbolo de un mundo sin fronteras, de un mundo libre en el que no cabrán las armas, en el que todos podrán viajar sin limitaciones desde las estepas de Asia Central hasta las costas del Atlántico, desde las mesetas de Sudáfrica hasta los bosques finlandeses.»
Vaida Voevod III, presidente de la Comunidad Mundial de los
Gitanos

Desde hacía años, a su paso por la pequeña localidad italiana de ALBA, los gitanos acostumbraban a montar su campamento en el mercado cubierto de ganado que se celebraba en ella todos los sábados. Allí, encendían las hogueras, se protegían del viento y de la lluvia con mantas y paños que colgaban del techo, y utilizaban las cajas, las chapas y los tableros que habían quedado olvidados después del mercado para construirse viviendas improvisadas. Por supuesto, cada vez que se marchaban, el ayuntamiento tenía que encargarse de borrar las huellas que habían dejado en la plaza después de vivir allí de aquella forma; motivo suficiente para que un día les prohibieran a los CÍNGAROS el paso al lugar. A partir de entonces, cada vez que paraban en Alba se les adjudicaba una estrecha franja de prado a orillas del río Tanaro, que venía a ser el terreno más insalubre y miserable que podía encontrarse en muchos kilómetros a la redonda. Ahí es donde los fui a visitar en diciembre de 1956 acompañado por PINOT GALLIZIO, que era el dueño de ese pedazo de tierra. Era húmedo y frío, cenagoso e | inhóspito hasta lo inenarrable. Los gitanos habían cerrado el espacio entre los carromatos con bidones de gasolina y tablones de madera, para crear una instalación aislada del exterior, una especie de «ciudad de los gitanos». A propuesta de Gallizio, ese mismo día concebí mi proyecto de un campamento gitano permanente, un bosquejo que podría considerarse el primer paso hacia una NEW-BABYLON, en la que, bajo una cubierta y con elementos móviles, surge una morada colectiva y  emporalmente delimitada que, sin embargo, puede siempre remodelarse y adaptarse a formas nuevas.
NEW-BABYLON ES LA CIUDAD  NÓMADA CONCEBIDA A ESCALA MUNDIAL.